La memoria RAM es uno de los componentes más importantes de nuestro ordenador, y no solo para jugar. A fin de cuentas, este componente es el que se encarga de gestionar aspectos como la multitarea, por lo que si queremos realizar varias cosas al mismo tiempo, es importantísimo tener una buena cantidad de esta.
Como es lógico, con el paso del tiempo este componente ha ido evolucionando, y atrás queda la RAM DDR4 que hace no tanto nos parecía una gran novedad en especificaciones. Y poco a poco la memoria ha ido evolucionando hasta el punto de que ha ido dando lugar a diferentes «modelos» de este componente. Por eso, a continuación vamos a hablar sobre la RAM DDR5 vs LPDDR5, y cuáles son sus diferencias.
Principales diferencias entre DDR5 vs LPDDR5
Dado el nombre de las dos memorias, podríamos pensar que se trata de una misma versión de la misma memoria, y lo cierto es que así es. Las letras LP del segundo modelo significan «Low Power« (bajo consumo), por lo que están pensadas para dispositivos móviles o más pequeños.
La razón principal por la que se usa este tipo de memoria es debido a que, al tratarse de modelos más compactos, requieren una mejor eficiencia energética, ya que sino la autonomía de estos dispositivos podría verse comprometida, como por ejemplo en consolas como Steam Deck.
En cambio, la memoria DDR5 está pensada para dispositivos de sobremesa o portátiles, donde lo que realmente importan es tener un buen rendimiento por encima de la eficiencia, aunque en los segundos también sea un factor importante a la hora de decantarnos por uno de ellos. Aún así, los portátiles gaming apuestan por la memoria DDR5, dadas las ventajas de rendimiento que ofrecen.
Por tanto, las principales diferencias radican en que la memoria DDR5 cuenta con un rendimiento superior y una velocidad bastante más elevada que la LPDDR5, mientras que esta es mucho más eficiente. No obstante, esas son las diferencias más importantes, ya que existen muchas más, tal y como os explicamos a continuación:
- Rendimiento y ancho de banda: DDR5 ofrece un mayor ancho de banda en configuraciones estándar. Sus velocidades empiezan en los 4800 MT/s y pueden superar los 8000 MT/s en módulos avanzados. LPDDR5 también ha mejorado en este aspecto, pero sus tasas suelen ser ligeramente inferiores y más enfocadas a la eficiencia que al rendimiento bruto.
- Capacidad y escalabilidad: DDR5 admite módulos de mayor capacidad, incluso de 64 GB o más por DIMM, lo que la hace ideal para tareas que requieren grandes volúmenes de memoria, como edición de video, simulaciones o cargas de trabajo en servidores. LPDDR5 suele limitarse a capacidades más pequeñas, integradas directamente en la placa base.
- Tipo de montaje: La memoria DDR5 se instala mediante módulos intercambiables (DIMM), mientras que la LPDDR5 está soldada a la placa base (no extraíble), lo que puede limitar las posibilidades de actualización.
DDR5 vs LPDDR5 ¿Cuál es mejor?
Como suele ocurrir en muchas ocasiones, la respuesta a la pregunta de cuál es mejor es que depende. En el caso de que andemos buscando el modelo que mejor rendimiento nos ofrezca, para tareas como por ejemplo jugar, no cabe ninguna duda de que la memoria DDR5 es la opción más recomendada.
No solo porque ofrece una mayor velocidad, sino también porque suele permitir hacer uso de capacidades mucho más elevadas, lo que cada vez es más importante en el mundo de los videojuegos, pero también en otros como el diseño 3D o la edición profesional de vídeo o fotografía.
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En cambio, si lo que buscamos en un dispositivo muy eficiente, que nos permita usarlo durante largas sesiones sin tener que depender de un cargador, o al menos alargando lo máximo posible su autonomía, la memoria LPDDR5 es una mejor opción.
Dispositivos como ultrabook pensados para tareas de ofimática pueden ser opciones muy interesantes para hacer uso de este tipo de memoria, no solo por la eficiencia que ofrecen, sino también porque permite reducir al máximo el grosor del dispositivo.
En resumen, el tipo de memoria que elijas debe ir en línea con el uso que le vas a dar al equipo. Para un smartphone o ultrabook: LPDDR5. Para un PC potente o una workstation: DDR5.
